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Anselm Grün
Cada día tiene su bendición
Oraciones matutinas y vespertinas para los siete días de la semana
Bonum

Impresión bajo demanda. Llega en 14 dias.

Páginas: 128
Formato:
Peso: 0.137 kgs.
ISBN: 978-950-507-758-8

A menudo me solicitaron escribir oraciones que pudieran utilizarse para el rezo personal. Pues bien, he formulado para cada di´a de la semana una oracio´n matutina y una vespertina. Trate´ de colocarme en la situacio´n del orante. Yo mismo rezo por la man~ana y por la noche en silencio. A la man~ana lo hago con la actitud ti´pica del orante, con los brazos extendidos para abrir el cielo sobre los hombres. Y a la noche ofrezco mi di´a a Dios a trave´s de las manos en cuenco y me entrego a sus manos bondadosas. Aunque a veces tambie´n vinculo los gestos con palabras que en ese momento emergen en mi´.Las oraciones que escribi´ quiza´ te ayuden a expresar los pensamientos que esta´n en ti y para los cuales con frecuencia no encuentras palabras. Muchas personas me cuentan que no saben co´mo rezar. Las oraciones oficiales les resultan ajenas. Las palabras propias les cuestan. Por esta razo´n, en las presentes oraciones quisiera procurarte palabras para que puedas expresarle a Dios lo que tu´ mismo sientes.

Cada día tiene su bendición

$1.721,52
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A menudo me solicitaron escribir oraciones que pudieran utilizarse para el rezo personal. Pues bien, he formulado para cada di´a de la semana una oracio´n matutina y una vespertina. Trate´ de colocarme en la situacio´n del orante. Yo mismo rezo por la man~ana y por la noche en silencio. A la man~ana lo hago con la actitud ti´pica del orante, con los brazos extendidos para abrir el cielo sobre los hombres. Y a la noche ofrezco mi di´a a Dios a trave´s de las manos en cuenco y me entrego a sus manos bondadosas. Aunque a veces tambie´n vinculo los gestos con palabras que en ese momento emergen en mi´.Las oraciones que escribi´ quiza´ te ayuden a expresar los pensamientos que esta´n en ti y para los cuales con frecuencia no encuentras palabras. Muchas personas me cuentan que no saben co´mo rezar. Las oraciones oficiales les resultan ajenas. Las palabras propias les cuestan. Por esta razo´n, en las presentes oraciones quisiera procurarte palabras para que puedas expresarle a Dios lo que tu´ mismo sientes.