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GRACIELA SILVESTRI
Las tierras desubicadas
Paisajes y culturas en la Sudamérica fluvial
Univ. Nacional de Entre Ríos


Páginas: 416
Formato: 21cm x 14cm x 5
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 978-950698486-1

«No encontraremos en Sudamérica ni puras pervivencias de mitos ancestrales, ni enteros sistemas de pensamiento trasplantados sobre un blanco vacío, sino cruces y mezclas no siempre advertidos, que se acentúan con el paso de los siglos. Las formas de percibir y entender el espacio y el tiempo, las palabras para nombrar, describir y apreciar los paisajes, los ecos simbólicos que otorgan su textura a las escenas se forjaron en esta mezcla. Pero si hemos de creer al sentido común instalado en las redes sociales, la imagen de las tierras bajas sudamericanas se subsume aún en la poco explorada Amazonia, destacándose su tesoro virginal. Eso me disturba: no dejo de recordar que la aspiración de autoctonía plantas, paisaje y humanos está demasiado cerca del ideal europeo de sedentarismo, y muy lejos de la concepción de territorio de los pueblos nómades de las tierras bajas.»

Las tierras desubicadas

$19.000
Sin stock
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GRACIELA SILVESTRI
Las tierras desubicadas
Paisajes y culturas en la Sudamérica fluvial
Univ. Nacional de Entre Ríos


Páginas: 416
Formato: 21cm x 14cm x 5
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 978-950698486-1

«No encontraremos en Sudamérica ni puras pervivencias de mitos ancestrales, ni enteros sistemas de pensamiento trasplantados sobre un blanco vacío, sino cruces y mezclas no siempre advertidos, que se acentúan con el paso de los siglos. Las formas de percibir y entender el espacio y el tiempo, las palabras para nombrar, describir y apreciar los paisajes, los ecos simbólicos que otorgan su textura a las escenas se forjaron en esta mezcla. Pero si hemos de creer al sentido común instalado en las redes sociales, la imagen de las tierras bajas sudamericanas se subsume aún en la poco explorada Amazonia, destacándose su tesoro virginal. Eso me disturba: no dejo de recordar que la aspiración de autoctonía plantas, paisaje y humanos está demasiado cerca del ideal europeo de sedentarismo, y muy lejos de la concepción de territorio de los pueblos nómades de las tierras bajas.»