Vanessa Mosqueda García
Mi vida de cabeza

Letrame

Impresión bajo demanda. Llega en 14 dias.

Páginas: 66
Formato:
Peso: 0.106 kgs.
ISBN: 9788413860008

Esta breve pero interesante historia de la vida de la autora busca demostrarte que no eres la única o el único al que la vida le da un giro de la noche a la mañana. La vida de Vanessa en su país natal era aparentemente «perfecta» sin mucho matiz, casada, con un buen empleo, una casa propia en construcción, un hijo; algo que para su edad sería una vida normal. De la noche a la mañana, se vio viviendo en otro país, otra cultura, un nuevo empleo que no tenía nada que ver con su profesión, en un piso de alquiler y divorciada. Por otro lado, 100 % dedicada al deporte y esto debo decir fue clave para la fortaleza emocional de la autora, específicamente se convirtió en atleta de competición autodidacta del pole dance, a la alimentación sana, dejó de ser friki del ahorro porque ya no se podía y comenzó a vivir la aventura de esta nueva etapa.Su vida para los demás estaba de cabeza, lo había «perdido todo». Pero NO. Fue precisamente lo que le permitió conocerse, quererse y sobre todo a disfrutar un día a la vez. Es una historia basada sobre todo en cinco años de cambios físicos, psicológicos y geográficos, de adaptación y resiliencia. «Cambié tacones de ejecutiva por plataformas de baile, una barra vertical; me enfrenté a la crítica y los señalamientos de quien ignora sobre esta disciplina deportiva», pero nada le cohibió a vivir su nueva realidad. Con un niño de ocho años, tres años para cuando comienza todo el cambio no hay más alternativa que mantenerse de pie y pintar de color incluso los días de invierno.La escritora pone de ejemplo su vida para que entiendas con todo lo que te narra que no hay vidas perfectas, que hay momentos de oscuridad, de tristeza, pero que no son eternos. El tiempo pasa y con él, los momentos malos y ella usó esos momentos grises para crecer, para madurar, para amarse sin condicionamiento de terceros y para darse cuenta de que la vida es eso que vamos improvisando, porque nada es 100 % seguro, porque puedes tener planes, pero debes estar preparado por si el plan falla y toca reconstruirte de cero.