José Francisco Ceacero Ortega
Verdad, Tradición...Dogmas de Jesucristo

Letrame

Impresión bajo demanda. Llega en 14 dias.

Páginas: 260
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Peso: 0.362 kgs.
ISBN: 9788411818889

Los tiempos cambian y con ellos la forma de pensar y de actuar del hombre, pero hay matices de la vida que no deben cambiar nunca y somos nosotros los que tenemos que adaptarnos a ellos por muchos años que pasen y por mucha modernidad que nos arrase. El núcleo de la Religión Católica, estructurado en sus dogmas, es invariable por los siglos de los siglos, y los que intentan pasarse por alto dicha doctrina, anulando un solo dogma, son unos herejes, lo mires como lo mires.Está muy de moda esto, incluso algunos de los autores están muy dentro de la Iglesia. ¿Qué está pasando? ¿Por qué nos quieren hacer lo blanco, negro? ¿Hay algún interés tras ello? Y aunque lo hubiera, para ellos claro está, ¿por qué el Vaticano no los llama al orden? ¿Piensa la curia romana lo mismo que estos? ¿Por qué no los excomulgan? Y son los que más libros venden con todas sus herejías; está claro que la chusma del pueblo, o católicos tibios, es lo que quieren oír, sin importarles para nada de dónde vienen esas raíces, deshaciéndolas a sus caprichos y antojos.Nunca ha estado la Iglesia tan desordenada, en este tema, como lo está ahora; incluso hubo siglos en los que por lo más mínimo los mandaban a la hoguera. Ni lo que era ni lo que es, ya que todos los extremos no son buenos dando lugar a abusos y muchos desconciertos mentales.Que quede claro que este no es un texto en contra de la Iglesia Cristiana, Católica, Apostólica y Romana (Dios me libre de ello). Va en contrapunto a lo que algunos progres, tanto del clero como laicos, manifiestan con su negación hacia los dogmas, tradición y Sagradas Escrituras establecidos por la Iglesia.Va en contra del desorden y poco respeto de algunos presbíteros que dicen, y lo hacen, que no pasa nada si se esparcen las pequeñas partículas del Cuerpo de Cristo volcando el copón y ¿purificando? En cada fracción, por muy pequeña que sea, está verdaderamente el Cuerpo de Jesucristo en su Alma y Divinidad. El hecho de no respetar cada partícula de la Sagrada Hostia es una herejía lo mires como lo mires.Va en contra de los que hablan a favor de la herejía resaltando que es lo último que han descubierto en ¿sus estudios? ¿Qué estudios son esos? Desobedecen lo que de siempre ha defendido a ultranza la Santa Iglesia y ellos lo tiran todo por la borda, así, como si no pasara nada.Va en contra de estos laicos que se han tomado la justicia por su mano y van de cualquier manera a los bautizos, primeras comuniones, bodas con unas falditas cortas y unos escotes que no son propios de estar en la casa de Dios; ¡por favor!, cúbranse en la Iglesia y después en el salón vayan como les plazca.En los funerales van a comulgar personas que no se han confesado en años. Esto es un sacrilegio. Preferible es que no tomen la Comunión a que por ¿unidad, unión, por estar en comunión?, lo hagan. Lo de tomar el Cuerpo de Cristo no es ninguna broma ni algo que apetezca por quedar bien. Hay que quedar bien ante Cristo Jesús y eso en muchas ocasiones lo manda el corazón, hagámosle caso al corazón y no nos dejemos llevar por sentimientos baratos en comparación con el gran pecado que se está cometiendo.Si el rey Felipe te llamara, ¿cómo irías vestido? ¿De cualquier manera? ¿A que no? Te pondrías tu mejor vestido o traje. Pues Jesús es el Rey de reyes.Todo esto y mucho más lo reflejo en este libro para más información de todos y, ¡por favor!, no nos callemos en las tertulias que salen a relucir los comentarios de: aborto, eutanasia y otras ofensas y falta de dignidad de la persona. Siempre digamos un sí bien claro y supergigante a la VIDA, y si es junto a Jesús y la Virgen María, mucho mejor.