Bienvenido! estás en Mandrake Libros web

Francisco Daniel Gandolfo
Buho encantado, El

Interzona Editora


Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 978-987-1180-16-5

“¿A quién demonios puedo convencer en la racional, comercial y muy instituida Capital Federal de que publique esto? Para eso hubiera sido necesario que mi padre hubiera escrito un libro más… No se me ocurre el adjetivo: no es ni siquiera ‘comercial’, ‘legible’, ‘vendible’. Dejo de leer por un instante, miro el campo verde, alguna vaca perdida (constatación: hoy se ven desde una ventanilla de ómnibus menos vacas que antaño), y me empiezo a reír. Mi padre y yo somos, digamos, bastante buenos en lo que hacemos: poemas, impresos, notas, cuentos, traducciones. Pero no somos demasiado buenos vendedores de algo cuyo costo no dependa tanto del trabajo aplicado como de cierto perfil, cierta ‘imagen’, algún gancho potable al menos para la imaginación, si no para la razón, de gente como los editores. (...) Lanzado a una velocidad bastante fija sobre la autopista, no soy sólo yo quien viaja, ni tampoco yo y mis circunstancias, sino yo y un original, el último libro de mi padre, rumbo a lo desconocido.” Elvio Gandolfo

Buho encantado, El

$12.900
Envío gratis superando los $24.990
Buho encantado, El $12.900
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Mandrake Libros Rioja 1869 - Rosario- Lunes a Viernes de 10 a 19 hs. Te informaremos cuando esté listo para retirar.

    Gratis

Francisco Daniel Gandolfo
Buho encantado, El

Interzona Editora


Páginas:
Formato:
Peso: 0.3 kgs.
ISBN: 978-987-1180-16-5

“¿A quién demonios puedo convencer en la racional, comercial y muy instituida Capital Federal de que publique esto? Para eso hubiera sido necesario que mi padre hubiera escrito un libro más… No se me ocurre el adjetivo: no es ni siquiera ‘comercial’, ‘legible’, ‘vendible’. Dejo de leer por un instante, miro el campo verde, alguna vaca perdida (constatación: hoy se ven desde una ventanilla de ómnibus menos vacas que antaño), y me empiezo a reír. Mi padre y yo somos, digamos, bastante buenos en lo que hacemos: poemas, impresos, notas, cuentos, traducciones. Pero no somos demasiado buenos vendedores de algo cuyo costo no dependa tanto del trabajo aplicado como de cierto perfil, cierta ‘imagen’, algún gancho potable al menos para la imaginación, si no para la razón, de gente como los editores. (...) Lanzado a una velocidad bastante fija sobre la autopista, no soy sólo yo quien viaja, ni tampoco yo y mis circunstancias, sino yo y un original, el último libro de mi padre, rumbo a lo desconocido.” Elvio Gandolfo